Palabras sin traducción y otras rarezas lingüísticas. Enrique Alpañés. Yorokobu
Un estudiante nadaba con una estudiante en el río. La chica era una deportista y él en cambio era un nadador desastroso. La chica lo amaba perdidamente y tenía tanto tacto que nadaba igual de despacio que él. Pero cuando la natación se acercaba ya a su fin, quiso pagar rápidamente la deuda que tenía con sus aficiones deportivas y se lanzó con rápidas brazadas hacia la orilla. El estudiante intentó avanzar más rápido y tragó agua. Se sintió humillado, puesto en evidencia en su inferioridad física y sintió lítost.
Milan Kundera escribió estas líneas en El Libro de la Risa y el Olvido, publicado en España por Tusquets y traducido casi en su integridad. Casi. Hay una palabra, ‘lítost’ que se mantiene en el checo original. Hace referencia a la agonía que se siente al ser consciente repentinamente de la propia miseria. “He buscado vanamente en otras lenguas el equivalente de esta palabra” asegura Kundera, “me parece difícil que alguien pueda comprender el alma humana sin ella”.
Texto completo en: http://www.yorokobu.es/traduccion/
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